Este es un cuento recopilado por Diego V.
La última prueba
Obedeció en todo Mahasul las
indicaciones de la mendiga y cuando tuvo listo el animal de oro y plata,
introducido en él, fue a plantarse antes la puerta de palacio. Al ver al animal
tan hermoso, el rey hizo que lo llevaran al interior y quiso que lo viera la
princesa. De este modo, Mahasul pudo observarla a través de los ojos del loro.
Así conoció también el lugar donde se escondía. Y como el rey había dejado al
loro en la habitación de la princesa, ésta pudo ver cómo un apuesto joven salía de él. - He
venido a liberarte – le dijo Mahasul-. Pero tienes que ayudarme. Y como la
joven quería salir del encierro en que tenía su padre, aceptó la propuesta del
desconocido. Al día siguiente, el joven
se presentó al rey y le enseñó la puerta de la habitación en la que se ocultaba su hija. – Has acertado
– reconoció el rey-. Pero te falta la última prueba. Cuando se abra la puerta
verás tres doncellas; si no aciertas cuál de las tres es mi hija, morirás.
El joven miró detenidamente a las
3 doncellas y, tomando de la mano a la princesa, se la presentó al rey. Éste
cumplió su promesa y Mahasul se casó con la princesa. Los dos hermanos fueron
liberados y pudieron reunirse con su padre. Y todos fueron felices.
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